El boom del alquiler de los apartamentos turísticos ha provocado que se haya creado un debate en varios sentidos. En una zona del debate tenemos, por un lado, a los propietarios que quieren alquilar, obviamente con el mayor beneficio posible, y por otro lado a los inquilinos que buscan vivienda y no pueden permitirse los alquileres que se demandan por este tipo de apartamento en algunas provincias, lo que provoca que tengan que compartir piso o pagar cantidades ingentes de dinero por pequeñas habitaciones. Y en otra zona del debate están, por una parte, aquellos turistas que buscan este tipo de alojamiento por comodidad y ahorro, y por la otra aquellos turistas que huyen de los apartamentos turísticos en busca de establecimientos hoteleros.
Personalmente, a pesar de que la mayor parte de la sociedad se vea capacitada (erróneamente o no) para opinar sobre la primera fase del debate, yo no pienso que lo estemos (al menos la gran mayoría de nosotros), pues si nos paramos a ver todos los puntos de vista es casi imposible sacar nada en claro. Si pienso como propietaria es lógico opinar que, mientras tenga la ley de mi parte, alquilaré mi apartamento al precio más alto que me sea posible, no voy a alquilarlo a uno menor pues, lógicamente, lo que quiero es obtener el mayor rendimiento así que, siempre y cuando se haga cumpliendo la ley (esto lo digo por aquellos que alquilan los apartamentos sin declarar sus ganancias) es normal pensar que todos actuaríamos así, o por lo menos la gran mayoría.
Sin embargo, si pienso como trabajadora que se ha desplazado a una ciudad para cubrir una baja, una vacante o simplemente porque mi nuevo trabajo se encuentra allí, creo que es abusivo el trato que se está haciendo con el tema de los alquileres y, por ende, creo que el Gobierno debería aportar soluciones lógicas que dieran posibilidades a todos y cada uno de nosotros: instaurando unos precios máximos y mínimos en base al estado del apartamento, su localización y los metros cuadrados de los que disponga o disponiendo una ley que regule este tema, pero por ahora no lo hacen y eso me hace pensar que hay muchos más datos, más información de la que no soy consciente, y por lo tanto no me veo capacitada para opinar en favor de unos o de otros, no al menos por ahora.
En lo que sí puedo expresarme libremente en el tema de la segunda fase del debate pues, como asidua viajera que soy, creo que lo he probado todo, y en contra de lo que muchos pensaréis que voy a decir, mi opinión es que todo depende del tipo de viaje que hayas organizado.
¿Viaje cultural o viaje relax?
Los establecimientos hoteleros, sobre todo los de lujo, son magníficos para el relax y el disfrute personal. Mi última estancia en este tipo de alojamiento fue en Murcia, en el Mar Menor Gof Resort Rodagolf, un complejo fantástico con alquiler vacacional y resort de lujo. Os puedo asegurar que si lo que buscas es olvidarte de todo y dedicar el tiempo libre del que dispones a ti misma, este tipo de hotel es el alojamiento que estás buscando, donde te dan todo hecho, donde encuentras una paz increíble sin ruidos de ningún tipo y donde tienes el ocio prácticamente a tiro de piedra. Ahora bien, si lo que buscas es movimiento, tener acceso al centro cultural de la ciudad y hacer un viaje mucho más activo, tal vez lo más recomendable para ti sea un alquiler de apartamento turístico por varios motivos:
- Suelen estar en el centro de las urbes o muy cerca del mismo
- Disponen de cocina propia, lo que te permite hacer las comidas y las cenas cuando te venga bien sin necesidad de depender del horario de un restaurante.
- Aportan una intimidad y privacidad que algunos hoteles no pueden ofrecer.
- Al estar equipados con todo lujo de detalles puedes hacer una vida prácticamente idéntica a la acostumbrada a pesar de estar lejos de casa.
En Room To Rent cuentan una red de apartamentos turísticos en Madrid y Sevilla bastante amplia. Yo misma he alquilado con ellos en varias ocasiones y no tengo queja ninguna porque se encargan de todo y responden si hay algún problema, que aunque no suele haberlo, son cosas que pueden pasar.
¿Entendéis ahora a qué me refiero cuando digo que el tipo de alojamiento elegido dependerá mucho del tipo de viaje que hayáis organizado? Por eso yo no descarto nunca nada, ni hoteles, ni campings, ni apartamentos, ni hostales… nada de nada. ¿Quién sabe qué me vendrá mejor en según qué viaje? Eso sí, ir con una recomendación previa suele evitarte sorpresas desagradables.