Ha sido un verano de lo más complicado para todos y todas. La llegada del coronavirus ha condicionado toda nuestra realidad y todavía estamos intentando amoldarnos a ella de alguna manera. No está siendo nada fácil y eso ha hecho que la economía se haya resquebrajado en muchos sentidos. Desde luego, no cabe la menor duda de que las familias españolas no han tenido la libertad de la que sí han gozado durante otros años. Y eso, como es lógico, nos ha terminado pasando factura a todos aunque hayamos hecho lo posible para que no fuera así.