Las bodas en la playa cada vez son más populares. Bien es sabido que suele ser de los sueños que más tienen las parejas a la hora de contraer matrimonio. La playa sigue sorprendiendo y es un lugar de lo más atractivo. Vamos a ver los principales factores:
La autorización
Lo primero que necesitamos antes de soñar con casarnos en la playa es la legalidad, puesto que no son del todo claras a este respecto. Desde la administración no se hace distinción entre las playas donde se pueden o no celebrar bodas.
Hay muchos permisos o licencias que pueden pedirse en los ayuntamientos a los que pertenezca la playa, pues son ellos los dueños de su regulación. Aquí en cada lugar es un mundo, por lo que nuestro consejo es que te informes.
Afrontar la organización
Las bodas de este tipo suelen tener esa sensación de relax y buen rollo que nos hace pensar en una ceremonia relajada. A pesar de esto, en esta boda todo debe cuidarse al milímetro. Una recomendación es que no se celebre ni en julio ni en agosto, pues son los meses de mayor aglomeración. Está claro que siempre vas a encontrar sitios vírgenes, pero es un riesgo. Siempre que se pueda, lo mejor es elegir playas de reducido tamaño. No te olvides de tener en cuenta el número de invitados, ya que lo mejor es que sea una ceremonia de carácter íntimo.
También es importante tener en cuenta el número de invitados. Para una celebración de estas características, con los permisos justos y los espacios reducidos, lo mejor es una boda pequeña, íntima, sin demasiados asistentes.
¿Qué decoración debemos tener?
Tiene que ser especial, dentro de las temáticas, los colores suelen ser claros, con el blanco como color principal y unos elementos en la decoración que puedan hacer una referencia a la costa. Las invitaciones de boda tienen importancia, donde se debe especificar la clase de boda y el dress code, que tendrá que ser diferente al resto de celebraciones.
Elegir la vestimenta
La práctica totalidad de estas bodas cuentan con una filosofía distinta a la que se suele respirar en la ciudad. Suelen ser hippies y bohemias. Todo esto hace que los novios opten por trajes blancos por lo general, vaporosos y ligeros. Se quiere expresar esa libertad y quietud que se vive en la playa o la serenidad que ofrece el mar. De todas formas, todo estilo puede caber, pues no son pocas las novias que llevan vestidos clásicos.
En los invitados, si que es cierto que puede establecerse un cierto protocolo de carácter informal que tenga relación con la ropa que lleven los novios. Se le suele llamar a esto “boda ibicenca”. El color blanco suele ser el tono que más se utiliza, así como sucedáneos por el estilo. Otros tonos como el azul o los colores en tono pastel tampoco suelen pegar mal siempre que no sean excesivamente llamativos.
¿Y el banquete?
Con todo lo que hablábamos antes de la legalidad a la hora de celebrar las bodas en la playa, el tema de la organización de un banquete va a estar dependiendo de las normas que haya en cada playa o que imponga cada consistorio.
De todas maneras, debemos recordar que lo mejor es dejar a un lado el banquete tradicional y apostar por tipo cóctel y bufet. Los platos van a tener que ser, ante todo ligeros y que aporten frescura, lo que cada bastante con el confort y el ambiente de una boda en este sentido.
Podemos hablar de, como no, el pescado, el marisco, pescado o carne a la brasa, cócteles y zumos naturales, etc. La naturaleza es protagonista y esto también debe verse a la hora de elegir el banquete.
Saldunabeach.com, una vía más asequible
Seguro que después de leer todo esto, lo ves un poco más complicado por el tema de las gestiones legales ¿no? El caso es que existe una vía más fácil. Salduna Beach es un restaurante situado en la playa de Benamara, cerca de Puerto Banús. Además de degustar su gran calidad de platos, también tiene espacio para bodas en la playa del propio restaurante, con lo que el sueño de poder celebrar una boda en la playa es posible.