Experiencias saludables

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¿Sabéis cuántas ganas tenemos todos de poder hacer turismo? Pensamos en los españoles que queremos salir, a donde sea, para cambiar de aires, o en los extranjeros que tenían pos costumbre venir a nuestro país y ahora no lo hacen por culpa de la pandemia pero no debemos fijarnos solo en esos dos grupos porque todos, sin excepción, estamos sedientos de un cambio de aire. No me voy a ir tan lejos como para pensar en los ciudadanos que nunca han viajado, bien por economía o bien porque no les gusta, me centro solo en quienes tenemos la suerte y la costumbre de poder viajar de vez en cuando.

Y es que en España hemos perdido una importantísima fuente de ingresos porque el turismo ha caído estrepitosamente durante este año pandémico pero también lo han hecho países como Grecia, o Italia, y ciudades concretas como Estambul o París donde este tipo de ocio es un motor de ingresos para dichas urbes. Y es lógico que nosotros nos centremos en lo que quiere o necesita nuestro país, y nuestros ciudadanos, pero hay que abrir un poco las miras y pensar que toda Europa, todo el planeta está en nuestra misma situación.

Pero ¿por qué insisto tanto en que la situación es la misma para todos los países? Pues básicamente porque se está viendo cierta tendencia de cambio en lo que es el turismo y soy de las que piensa que esa tendencia va a perdurar más allá de la apertura total cuando la pandemia esté por fin controlada.

Actividades y ocio

Los viajes culturales seguirán a la orden del día, por supuesto, pero parece que hay un amplio sector de nuestra sociedad que más que ver lugares nuevos lo que quiere es divertirse, entretenerse y realizar actividades que en cualquier otro momento les es imposible hacer.

¿Quién no quiere ver el Panteón de Agripa en todo su esplendor al menos una vez en la vida, o el Partenón de Grecia? ¿Quién no quiere navegar por los canales de Venecia o visitas el Louvre? Yo por lo menos sí quiero hacerlo así que no se trata de pensar que la sociedad no quiere continuar con este tipo de viajes en cuanto sea posible, sino que además de esos viajes hemos puesto nuestra mirada en otro tipo de turismo más encaminado al ocio, por el ocio, que al ocio cultural.

De hecho, este tipo de tendencia ya se está viendo reflejada en el poco turismo nacional que tenemos a fecha de hoy. La mayor parte de la población que puede permitírselo está deseando hacer alguna escapada que otra. Se está viendo un aumento importante en la demanda de alojamiento rural en casi toda España, así como en el alquiler de parcelas o bungalows de madera en campings tradicionales y campings resort, pero al mismo tiempo se nota también una alta demanda en la contratación de experiencias y actividades especiales.

Tal y como aseguran desde Ecoactiva, actividades en familia en Cazorla, la sociedad quiere divertirse, quiere pasarlo bien. Actualmente se está dando un valor a la familia que antes no se le daba. Ahora ver a tu hijo reír montado en un segway tiene mucho más valor que antes, por triste que suene, y hacer actividades en familia como senderismo o paintball está ahora mucho más de moda que antes.

La realidad es que hacer planes en familia, o con amigos y la familia, jamás debería haber pasado de moda pero el estrés de los trabajos (sobre todo en las grandes ciudades) y el independentismo de muchos adolescentes que no querían hacer nada con sus padres es lo que provocó que este tipo de actividades quedasen relegadas a un grupo muy pequeño de la población. Sin embargo, una de las pocas cosas buenas que ha traído esta maldita pandemia es que estamos reaprendiendo a dar valor a la familia, a los momentos familiares especiales y, por supuesto, a la diversión.

Ahora hay planes de todo tipo y para todo tipo de gustos. Los más atrevidos podrán practicar escalada o tirolina, las familias con miembros de todas las edades podrán hacer senderismo, vías ferratas o una divertida partida de paintball y los amantes de los productos de la tierra (normalmente de mayor edad) podrán disfrutar de una actividad de enoturismo o de un taller de oleoturismo muy especial.

Según el Centro de Interpretación Olivar y Aceite de la provincia de Jaén, mientras la comunidad ha permanecido cerrada al turismo del exterior (y siempre que la normativa lo ha permitido) han sido los vecinos de localidades cercanas a Jaén y los de la propia ciudad, quienes se han animado a probar uno de sus talleres o experiencias, algo que esperan que siga ocurriendo con la libre circulación por España que se espera para este verano.

Los turistas llegan hasta su ciudad destino, o pueblo, y buscan estar en familia y hacer cosas con los suyos. Cuando hablamos de una familia con niños puede que opten por las actividades más movidas, pero cuando hablamos de una familia de adultos, de una pareja, o de un grupo de amigos que ya pasan la treintena, podemos encontrar de todo: desde amantes del turismo de aventura con ganas de adrenalina hasta personas que buscan la tranquilidad del interior de España y aprovechan la escapada para dar rienda suelta a alguna afición como podría ser la vinícola o cualquier otra.

Y es que después de pasar un año en el que la mayor parte del tiempo hemos estado encerrados en casa, lo que más nos apetece es salir al aire libre y pasarlo bien. Lo de visitar el Louvre o el Guggenheim es maravilloso pero ahora mismo no buscamos meternos en un edificio con más personas donde la luz natural brilla por su ausencia, a pesar de las fantásticas obras de arte que haya colgadas en sus pareces, lo que queremos ahora mismo es luz, es disfrutar de la vida bajo el cielo y, por supuesto, es hacerlo de forma segura.

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