El emplazamiento
Solo atreviéndonos a viajar por el interior de la provincia de Alicante podremos descubrir con nuestros propios sentidos que se trata de mucho más que sol y playa. Alicante es una de las regiones más montañosas de España; sus dos terceras partes están formadas por valles fluviales, embalses y abruptas sierras, nueve de las cuales alcanzan los 1000 metros de altitud.
Perdernos por sus pueblos y conocer la particularidad de cada una de sus comarcas nos conducirá a encontrar rincones de gran belleza y paisajes inolvidables.
Adentrándonos en la Marina Baja, damos con uno de los alojamientos rurales más especiales de la zona: La Cabanada, entre las poblaciones de Abdet y Confrides.
Desde luego, la máxima de este alojamiento es el lugar en que se encuentra. Está situada en la zona alta del valle de Guadalest, completamente rodeada de bosque y con vistas a la imponente Sierra Aitana, que casi parece que se nos va a caer encima. Desde sus ventanas y terraza podemos ver el valle en toda su longitud y aprovechando la altitud privilegiada también alcanzamos a ver el mar Mediterráneo.
La Cabanada
Pero la propia casa no se queda atrás en cuanto a atractivo. Para empezar, el trato que ofrece la actual dueña, Sole, es muy cercano y amable. Desde el principio muestra mucha confianza y predisposición para cualquier cosa que se necesite.
Si nuestro objetivo es la tranquilidad, sin duda la encontraremos. La Cabanada, aunque cercana a la carretera que une Confrides con Abdet, está prácticamente aislada. Cuenta con un terreno propio de bancales bastante amplio y útil para buscar leña sin tener que desplazarnos fuera del recinto.
La casa tiene dos alturas, mucho espacio y camas para unas 20 personas. Cuenta con dormitorios en la parte superior e inferior, pero lo mejor es su salón-comedor. Equipado con chimenea, sofás y mesas, se convierte en un rincón totalmente apacible, y el secreto está en sus grandes ventanas que dan la vuelta a toda la habitación y nos ofrecen una vista panorámica del exterior. Ver como la lluvia o la nieve caen en el valle al amparo del fuego de la chimenea puede ser todo un placer.
El salón da a una terraza con dos fases que nos vienen muy bien en función de la temperatura: la primera, acristalada y acomodada y la segunda al aire libre, para desayunar en plena naturaleza en los mejores días de primavera.
En la parte de abajo también hay una amplia sala con chimenea, menos equipada que la superior, y en el exterior tenemos una barbacoa de obra, un horno de piedra y piscina para darnos un chapuzón en los días más calurosos.
¿Qué hacer?
No podemos desaprovechar la oportunidad para hacer senderismo por esta zona tan montañosa y bella. El valle de Guadalest está repleto de senderos y por supuesto podemos optar por subir a Sierra Aitana. Para llegar a los senderos más populares, como el de la Font de l´Arbre, tal vez tengamos que coger el coche, pero hay algunas rutas cercanas que podemos hacer caminando directamente desde la casa.
Para escoger la ruta que más nos convenga en cuanto a lejanía, duración y nivel de dificultad, lo mejor es usar el catálogo de la red de senderos de Alicante.
Otra buena idea es hacer turismo por los pueblos de la zona. Uno de los más frecuentados es Guadalest, un enclave único con un castillo y vistas al pantano del mismo nombre. Un pueblo que conserva muy bien su patrimonio y con museos que nos acercarán a su historia.
Un espacio para la inspiración
Recientemente la Cabanada se está definiendo como algo más que un alojamiento rural. Desde su página web nos invitan a aprovechar este espacio para realizar actividades como yoga y meditación, utilizarlo de estudio de grabación (ya se han grabado dos discos allí) o como un lugar único que pueda servir como estudio para escribir una novela.
Podemos usar alguno de estos dos enlaces para investigar un poco más por nuestra cuenta, reservar alojamiento y preguntar por los precios.