El packaging, un término desconocido pero cada vez más usado por las empresas

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Muchos de vosotros no conocéis el término packaging, pero no os preocupéis y es que no sois los únicos a los que les pasa porque esta palabra que cada vez es más habitual en determinados centros de trabajo, lo cierto es que es muy raro oírla fuera de ellos. Esto se debe a que el packaging, al igual que el branding, son dos términos muy técnicos que tan solo se usan en conversaciones empresariales muy específicas.

Además, con estos dos términos que os mencionamos, packaging y branding, ocurre algo muy curioso y es que incluso la gente que está acostumbrada a hablar de ellos y que trabaja con ellos los confunde. Es por todo ello por lo que a lo largo de este post os vamos a intentar arrojar algo más de luz sobre este tema y os vamos a presentar ambos términos para que vosotros si que los diferenciéis perfectamente, pero no solo eso, sino que logréis entender a la perfección que significan y por qué cada vez son más importantes.

En la actualidad el mundo de las marcas está lleno de anglicismos que pueden confundir y marcar una brecha entra entre branders y clientes. Pero es el lenguaje técnico, es lo que se maneja en el sector y es por ello por lo que os queremos explicar y hablar sobre los términos que diferencian tener un producto o tener una marca. De hecho, lo más importante que debéis tener claro es que no, branding y packaging no son lo mismo. Pero lo cierto es que cuando hablamos de marcas muchas veces se confunden y entrelazan. Así, el branding es el proceso de construir una marca e involucra todas las decisiones que se toman para que ésta sea relevante; desde el nombre, pasando por el sistema gráfico y hasta la comunicación forman parte del branding. Mientras que el packaging se refiere al formato, envase o envoltorio en el que se almacena o transporta un producto para su uso o consumo. Incluye al envase en sí mismo y a todos los elementos que lo visten, como lo son etiquetas, collarines, colgantes, cajas, etc. Además, para que no queden dudas, aquí dejamos tres afirmaciones para que os ayudarán a diferenciarlos:

  • Todas las marcas necesitan branding pero no todas necesitan packaging. Si vuestra marca es un servicio, quizás no necesitéis tener packaging.
  • El packaging es una parte más del branding. Si queréis un buen packaging probablemente tendréis que trabajar vuestro branding, pero no necesariamente funciona al revés.
  • El branding en sí mismo no se ve, el packaging usualmente es lo primero que se ve de un producto. El branding es una herramienta conceptual y de toma de decisiones, el packaging es una ejecución gráfica o tangible.

Así que ya lo sabéis, el branding hace marca y para que un packaging haga marca tiene que basarse en el branding. De lo contrario, no tendréis marca, solo un producto con un envoltorio bonito.

Pero, ¿para qué sirve el packaging?

El packaging sirve sobre todo para que el producto a vender esté protegido de agentes externos antes de ser utilizado. En ocasiones es, además, la única forma de almacenar dicho producto sin que traiga complicaciones a los consumidores (como puede pasar en el caso de fluidos). Para las empresas es algo que ayuda a reforzar la presencia de su marca, como también a mejorar el índice de ventas.

De hecho, un buen packaging marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Atrae a los consumidores, promociona el producto y además muestra el carácter distintivo de la empresa en cuestión frente al resto de la competencia, de ahí que su buen diseño sea crucial. Bien aprovechado, puede aumentar considerablemente las ventas de una o varias líneas de productos, además de ser perfectamente reconocibles. Así, si vosotros le queréis dar un vuelco a vuestra empresa y apostar por la innovación, nosotros os recomendamos que os pongáis en contacto con Empacke y es que gracias a ellos podréis gestionar una estrategia de éxito basada en el branding y en el packaging, algo que, sin duda alguna, en los tiempos que corren es más que fundamental.

La importancia del packaging en un mundo cada vez más competido

En una era con superpoblación de marcas y productos, el packaging es más importante que nunca para diferenciarse de la competencia. Crear un packaging de diez puede llevarnos años, y más si tenemos en cuenta el énfasis que ponen cada vez más las marcas en los envases renovables y respetuosos con el medio ambiente. No obstante, el esfuerzo merece la pena. Un producto respaldado por un buen packaging lo tiene todo medio hecho para llegar al cliente si lo comparamos otro menos estiloso.

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