Frutos secos: alimentos de una variedad todavía me sorprende

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Cuando llega el fin de semana, es momento de disfrutar de la vida en su máximo esplendor. Se trata de un periodo de la semana que para mí es sumamente especial por varias razones:

  • Es cuando tengo tiempo libre para ver a mi familia y disfrutar de ella al máximo.
  • Es el momento en el que me relajo, en el que puedo practicar deporte y dejar de lado todo lo que tiene que ver con el estrés derivado del trabajo.
  • Es cuando disfruto de verdad de la actualidad deportiva.
  • Finalmente, es cuando puedo disfrutar de lo que como.

Podéis estar pensando, ¿Cómo es posible que solo durante el fin de semana puedes disfrutar de lo que comes? Bueno, lo cierto es que es una realidad como la copa de un pino. El trabajo hace que tengamos que comer deprisa de lunes a viernes para poder sacarle todo el rédito que sea posible a la jornada laboral. Eso hace que no disfrutemos como deberíamos del momento de la comida y de aquellos alimentos que ingerimos. Todo el mundo sabe que esto no es lo mejor, pero a fin de cuentas es lo que nos toca.

Como os iba diciendo, el fin de semana es mi momento preferido para comer lo que quiera. Suelo cuidar bastante de aquello que como, pero darme un capricho el sábado o el domingo es algo que me sirve de motivación para afrontar el fin de semana con más ilusión si cabe. Por eso, sentarme en mi sofá con algún snack y algún refresco para beber o cenar fuera de casa me parece uno de los grandes placeres de la vida. No lo cambiaría por ninguna otra cosa del mundo.

Estoy seguro de que hay mucha gente como yo, que tiene gustos similares o iguales. Tampoco soy tan raro, ¿verdad?

Uno de los productos con el que más disfruto durante los fines de semana son los frutos secos. Me gustan desde siempre y, de hecho, tengo recuerdos de bien pequeño comiéndolos. Es uno de mis grandes puntos débiles y quiero que así siga siendo. Han sido fieles compañeros tanto en los buenos como en los malos momentos y la verdad es que no puedo imaginarme un sábado por la tarde sin ellos.

Además, creo que soy afortunado al decir que me gustan todos y cada uno de los frutos secos que existen. Las nueces, las castañas, las avellanas o las almendras son un verdadero lujo para mi paladar y suelo ir variándolos para comer de todos y que no pase demasiado tiempo sin que consuma alguno de ellos. Es una manía que tengo, que nadie tiene por qué compartir pero que a mí me hace inmensamente feliz, que es lo que cuenta y lo que os debe importar a vosotros y vosotras en cada caso concreto.

Una de las cosas que nunca me he parado a pensar es en la cantidad de frutos secos que existen en el mercado a día de hoy, un aspecto que se puede comprobar con el simple hecho de visitar la web de Frutos Secos del Carmen, donde podemos comprar anacardo crudo, nueces, pipas de girasol, altramuces, pistachos, cacahuetes, almendras molidas… Creo que este tipo de productos es uno de los que ofrece una mayor variedad y esa es una bendición para todas las personas a las que nos encantan los frutos secos.

Por supuesto, no soy un caso aislado. Hay muchas personas que también suelen consumir frutos secos y que nunca han tenido en cuenta lo que hemos comentado en el párrafo anterior. Y es que los frutos secos son una especie de mezcla entre tradición, innovación y placer para todas aquellas personas que lo suelen consumir en mayor o menor medida y con mayor o menor asiduidad. Lo que está claro es que el aumento en el consumo que se viene registrando durante los últimos años es el mejor argumento para justificar el gusto que siento al comerlos cada fin de semana.

Muchas veces, me paro a pensar en el tipo de situaciones en las que suelo consumirlos durante los fines de semana: lo hago cuando estoy viendo una película en casa con mi familia, cuando disfruto de un buen partido de fútbol en el estadio, cuando estoy jugando a algún juego de mesa con mis amigos e incluso cuando tengo una tarde intensa de limpieza en casa y quiero hacer un pequeño break. Cualquier momento es bueno para ingerir frutos secos. O, al menos, así me lo parece a mí. Supongo que a vosotros os puede ocurrir algo similar con algún producto que sea de vuestro agrado y entenderéis lo que os estoy intentando transmitir.

Lo verdaderamente importante y con lo que tenemos que quedarnos del consumo de cualquier producto que sea de nuestro agrado es si tiene la capacidad de hacer especiales nuestros momentos. Como es lógico, el sabor es muy importante en este sentido, es lo que más va a ponderar en nuestra valoración. Pero creo que también es relevante lo que esos alimentos nos puedan llegar a evocar. En mi caso, como llevo consumiendo frutos secos durante toda la vida, comerlos un sábado por la tarde me hace recordar las tardes de mi infancia, un momento que, como seguro que ocurre con muchos de vosotros, puedo catalogar como el mejor de mi vida.

¿Con qué fruto seco me quedaría? 

Esta es una pregunta que no me gusta contestar. Pero si habéis continuado leyendo hasta aquí creo que merecéis una respuesta. Puedo considerarme afortunado, porque el tipo de fruto seco que más me gusta es el que más producción genera en España. Así que tengo la certeza de que nunca me va a faltar. Hablo de la almendra. Podéis ver, en el gráfico que os voy a enlazar a continuación y que pertenece al portal web de Statista, que su producción en el interior de nuestras fronteras durante el año 2022 fue de 199.000 toneladas, una auténtica barbaridad. Además, supera con creces la producción del segundo fruto seco de la lista, las castañas, cuya producción es de 113.000 toneladas. No me cabe la menor duda de que voy a poder disfrutar de estos dos productos hasta el día en que me muera. Y creo que, para eso, todavía queda bastante.

Cinco frutos secos que recomendaría especialmente 

Hace algunos meses leí un artículo publicado en la página web de The Gourmet Journal en el que se hablaba de las principales características y beneficios de cinco frutos secos. Quedé tan contento con lo que se especificaba en ese artículo que, a partir de su lectura, siempre he tenido esos cinco frutos secos como una referencia en el cuidado de la salud. Os hablo de ellos a continuación:

  • Nueces. Están consideradas como un superalimento gracias a todos los aportes que ofrecen a las personas que las consumimos. Hay una cincuentena de variedades, lo que las convierte en uno de los frutos secos más populares ya no solo de España, sino de todo el mundo.
  • Almendras. Ha causado tanta sensación en los últimos años que incluso ha dado pie a la creación de la leche de almendras, que es una de las principales leches vegetales que hay en el mercado a día de hoy. Constituyen una de las principales fuentes de fibra y son elementales en la elaboración de turrones y mazapanes.
  • Avellanas. Una de las cosas que yo no sabía en relación a ellas es que son importantes para que se mejore la apariencia de nuestra piel. Eso se produce principalmente porque son ricas en antioxidantes como la vitamina E.
  • Castañas. Uno de los argumentos que juegan a su favor es que benefician al sistema inmunológico. Se recomienda consumirlas asadas o tostadas, algo que yo también hago y que recomiendo a todas las personas que estáis leyendo estas líneas.
  • Pistachos. Su contenido en antioxidantes y vitaminas es incluso mayor que el de algunos de los frutos secos de los que ya hemos hablado. Por otra parte, destaca que suele ser un alimento muy poderoso en lo que tiene que ver con la reducción del estrés. Os decía al principio de este artículo que mi fin de semana se caracteriza por una reducción de los niveles de estrés que sí que puedo asumir a lo largo de la semana, de lunes a viernes. Esa reducción de estrés quizás esté relacionada con el consumo de pistachos, que también son uno de los frutos secos que más me gustan.

Para mí, hay pocos momentos que superen a esos en los que estoy consumiendo frutos secos rodeado de personas de mi confianza. Cuando se tiene a mano a la gente que te hace mejor la vida y a ese alimento que tanto deseas se consigue la felicidad. Dicen que esa felicidad se esconde en los pequeños detalles y creo que los que os he mostrado son algunos de los detalles que hacen que yo me pueda considerar alguien feliz con lo que tiene. Espero que, sean cuales sean vuestros gustos, estéis en una situación similar.

 

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