Se suele decir que el jamón ibérico es una de las joyas de la gastronomía de España. Tiene un enorme potencial para el campo de la hostelería, puesto que su alta demanda llega a abarcar, desde los clientes más tradicionales, hasta otros que gustan de la innovación, siempre a la búsqueda de productos que les pueda gustar y que sean sanos.
El caso es que no todos los profesionales saben cómo se corta de manera correcta el jamón. Existen una serie de aspectos que debemos tener en cuenta cuando se quiere abordar esta tarea de manera adecuada. No hay que olvidar que un buen jamón en manos inexpertas puede convertirse en un producto mediocre. Debemos ser conscientes de que el dominio del arte del corte marca las diferencias.
Cuando se trabaja con el jamón ibérica, los profesionales van a disponer entre sus variadas categorías, para que se puede seleccionar el que mejor pueda adaptarse a los gustos de la clientela. En España, el sector que se encarga de su producción, cuenta con una gama completa de productos para que las necesidades puedan llegar a quedar cubiertas.
Cuando queremos elegir un buen jamón ibérico, no debemos olvidar de que tiene que manipularse de manera correcta. La totalidad de cuidados y controles del jamón ibérico, que van desde el origen hasta la propia mesa disponen de un solo objetivo, el que se consiga un producto de buena calidad y con totales garantías.
El que se pueda culminar este proceso, siempre debe tener un buen almacenamiento y saber dominar el denominado arte del corte, que son 2 fases vitales cuando se quiere alcanzar el objetivo de que los clientes puedan disfrutar del aroma y el sabor de uno de los mejores jamones en el mundo.
Las instrucciones para cortar paso a paso y de forma detallada
Primer paso
El jamonero se tiene que situar en una altura y posición donde el corte se puede hacer de forma cómoda, sin que sea necesario estar forzando ni las posturas ni los movimientos. Para ello se tiene que poner el jamón en la tabla de corte y la pezuña se situará siempre hacia arriba.
Con un cuchillo de hoja ancha, se debe hacer el perfil de la caña y para ello se tiene que rodear con el filo. Para ello hay que ir retirando la piel. Así como la grasa del exterior que cubre la zona de la maza, hasta que pueda aparecer la carne.
Segundo paso
Cuando el jamón se quiere consumir en solo un día, es posible pelarlo entero, de no ser, así, se deberá pelar conforme lo vayamos a ir consumiendo. El corte se tiene que hacer con pulso firme y con un cuchillo jamonero adecuadamente sujeto y de tal forma que evitemos el poder hacer surcos.
Se tiene que empezar el corte en una sola dirección, que es la que va a marcar el propio eje del jamón. Se debe cortar el jamón en lonchas finas y que no sean demasiado largas.
Según se avance en el corte, hay que retirar la piel y la grasa que se encuentra en el exterior de los bordes. Cuando llegamos al hueso de la cadera, es necesario hacer un corte de tipo limpio que rodee el hueso y de tal forma que las lonchas siguientes vayan a salir limpias en esta zona.
Una vez se le da vuelta al jamón y de tal forma que se quite la corteza. Así es como se va a proceder al corte de la babilla, lo mismo que en la parte principal. Tanto el hueso del jamón como la carne que no pueda cortarse en finas lonchas van a servir como ingredientes para usarse en muchos guisos, caldos o croquetas.
Como has podido ver, el mundo del jamón es más complejo de lo que podemos pensar, por lo que como nos recomiendan desde Iberjagus.com desde su dilatada experiencia en el sector, lo mejor es buscar buenas marcas y también documentarnos lo mejor posible sobre las calidades.
Ahora, además, gracias a Internet, podemos disfrutar de una mayor cantidad de información a la hora de buscar e incluso de profundizar en aspectos como el cortado del jamón, que no todo el mundo sabe lo que influyen a la hora de obtener el mejor jamón posible.
Esperamos que esta información os haya sido de utilidad, pues sin duda merece la pena ser tenida en cuenta e incluso compartirla si así lo estimáis para que cada vez más gente sepa aprovechar más todo el potencial del jamón ibérico.