De todos los dulces de repostería ecológica que puedes tomar en el desayuno, las galletas de avena son unos de los más saludables. Varios estudios confirman que su consumo habitual previene las enfermedades cardiovasculares.
El periódico argentino La Nación recoge la noticia de que, según el portal web de la Universidad de Wyoming, las galletas de avena son las preferidas por los norteamericanos. Tanto es así, que el 30 de abril lo han declarado como el día nacional de la galleta de avena. No es de extrañar. Yo no soy americano y me encantan. Me chifla su textura y ese sabor dulce tan característico que tienen. Están buenísimas, mojadas en el café con leche.
Las galletas de avena son un dulce que ya se elaboraba de manera artesanal en algunas regiones rurales del centro de Europa en el siglo XVIII. Los colonos que emigraron a Norteamérica llevaron consigo la receta.
La empresa “Quaker Oats” comienza a fabricarlas de manera industrial y a venderlas en colmados de alimentación a principios del siglo XX. Su principal argumento de venta era que se trataba de las galletas para adelgazar. Un dulce con menos calorías que las galletas de trigo y con un fuerte poder saciante.
La doctora Adriana Mayolo comenta que lo mejor de todo, es que la fibra de la avena ayuda a limpiar el colesterol malo que se concentra en la sangre. Mejorando, por tanto, la circulación sanguínea y protegiendo al corazón.
Hoy, por suerte, para comer galletas de avena no estás obligado a comprarlas en el supermercado. Tienes más opciones. Encuentras algunas panaderías artesanas que las elaboran manualmente. Lo cual, hace que el producto sea más sano todavía. Un ejemplo de ello es El Rincón del Segura, una panadería artesana y ecológica con más de 30 años de experiencia donde en su página web puedes ver como fabrican galletas con harina de cereales ecológicos como la espelta, el trigo sarraceno, multi-cereales. Las galletas de harina de algarroba, por cierto, tienen una pinta estupenda. Parecen de chocolate. Y además cuentan con venta de harina integral de avena sin gluten que es una maravilla.
Estos son los beneficios de comer galletas de avena.
Los beneficios para la salud de las galletas de avena.
Las galletas de avena son buenas para la circulación de la sangre, para el tracto digestivo, para repoblar la flora intestinal… Estos son sus principales beneficios:
- Son ricas en fibra. La avena es una fuente de fibra soluble, especialmente de beta-glucano. Este nutriente ayuda a mejorar la digestión, mantener la regularidad intestinal y reduce el colesterol malo.
- Control del nivel de azúcar en sangre. Gracias a la fibra, las galletas de avena ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, lo que es beneficioso para prevenir picos de glucosa y mantener la energía constante.
- Evita comer entre horas. La avena va liberando los hidratos de carbono lentamente, lo que significa que pueden ayudar a reducir los antojos y controlar el apetito entre comidas, favoreciendo, de esta forma, un control del peso más saludable.
- Aportan energía sostenida. Estas galletas son ricas en carbohidratos complejos, lo que proporciona una fuente de energía de liberación lenta, ideal para mantener niveles de energía estables durante todo el día.
- Fuente de nutrientes esenciales. Además, estas galletas contienen vitaminas del grupo B, hierro, magnesio y zinc. Todo esto refuerza el funcionamiento del sistema inmunológico y el mantenimiento de la salud general.
- Son bajas en grasas saturadas. Cuando se preparan de manera saludable, suelen ser bajas en grasas saturadas, lo que las convierte en una opción más beneficiosa para el corazón si las comparamos con otros productos de pastelería.
- Contribuyen a la salud cardiovascular. Como ya hemos mencionado varias veces en el artículo, los beta glucanos de la avena ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol malo). Esto limpia las venas y arterias y reduce la presión sobre el corazón, el cual necesita realizar menos esfuerzo para bombear la sangre por todo el cuerpo.
- Mejoran la salud de la piel. La avena contiene antioxidantes, como la avenantramida, que tienen propiedades antiinflamatorias y calmantes, que reducen la irritación y mejoran el aspecto general de la piel.
Cómo hacer galletas de avena en casa.
Si nos atrevemos, podemos hacer las galletas de avena nosotros mismos en casa. El blog Recetas Gratis afirma que son fáciles de elaborar.
Para hacerlas tan solo necesitamos 120 gramos de copos de avena, 40 gramos de harina de avena, 40 gramos de azúcar, 1 huevo, 60 ml de aceite de girasol, una cucharadita de levadura y un pellizco de sal.
Lo primero que debemos hacer es mezclar todos los ingredientes en un bol. Tienes que hacerlo con una espátula o con una cuchara de madera hasta que se forme una pasta. Podríamos hacer esta operación con un robot mezclador, pero no vale la pena. La masa para las galletas es fácil de conseguir.
A continuación, cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal. Para hacer la forma de las galletas, haremos bolas de masa con las manos, como si estuviéramos haciendo albóndigas y después las aplastaremos.
El horno debemos precalentarlo durante 15 minutos a 200º C. con el calor irradiado arriba y abajo y con la función de ventilador puesta. Después meternos la bandeja con las galletas en su interior y las hornearemos hasta que se queden doraditas. Durante unos 10 minutos aproximadamente.
Pasado ese tiempo, sacaremos las galletas del horno y esperaremos a que se enfríen. Si queremos guardarlas, podemos hacerlo dentro de un bote de cristal o en una caja de metal o cartón. Las galletas de avena se nos conservarán crujientes durante 3 días.
Estas galletas son bastante versátiles. La harina de avena es más fina que la de trigo, por lo que se podría utilizar para cualquier receta que lleve trigo molido. Si bien es más adecuada para dulces que para salados, ya que la avena tiene un suave dulzor natural. Las masas con avena quedan densas y no se levantan tanto con el horneado. Debemos tener en cuenta que tiene gluten, aunque menos que el trigo, por lo que no son aptas para celiacos.
Tienes diferentes variantes de galletas de avena. Una de las que más me gustan son las que llevan pepitas de chocolate. Como las clásicas Cookies. También podemos incorporar a la masa nuez picada o almendra. Le dan un toque crujiente a la galleta bastante interesante.
Una de las recetas más buscadas por internet son las galletas de avena con manzana. Esta versión queda esponjosa por dentro y crujiente por fuera. En las galletas de avena con plátano se utiliza plátano maduro machacado con un tenedor, que mezclaremos con la masa. Una receta de aprovechamiento que nos permite dar salida a esos plátanos que se nos han echado a perder en la cocina y que serán la delicia de los niños.
Otros cereales con los que hacer galletas.
La inmensa mayoría de repostería que consumimos está elaborada con harina de trigo refinada industrialmente. Ya no solo las galletas, también los bollos, las magdalenas, las pastas. Las panificadoras recurren a ella por motivos económicos, pero no es ni la más saludable ni la más sabrosa. Tenemos otros cereales con los que se pueden hacer galletas como la harina de maíz, de espelta o de trigo sarraceno.
Las galletas de maíz son más ligeras que las de trigo. Tienen un sabor ligeramente dulce y una textura crujiente. El maíz es un cereal que no contiene gluten, por lo que es una opción adecuada para celiacos y personas con intolerancia. Por otro lado, la harina de maíz contiene antioxidantes, lo cual las hace beneficiosas para combatir los efectos de los radicales libres.
Las galletas de espelta son densas y robustas. Tienen una textura terrosa. En cierto modo, puede que nos recuerden a las galletas campurrianas. Esas galletas rústicas que alguna vez hemos comprado en el supermercado. Su sabor es intenso y recuerda al de la nuez. Las galletas de harina de espelta son muy digestivas. Tienen un alto contenido en fibra soluble que ayuda al tracto digestivo. Poseen, por otro lado, una mayor cantidad de proteínas y minerales que la harina de trigo común, por lo que podemos decir que son más nutritivas.
Respecto al trigo sarraceno, aunque hay personas que no lo consideran un cereal, lo cierto es que molido en harina se puede utilizar para elaborar pan, bizcocho y, por supuesto, galletas. Las galletas de trigo sarraceno son compactas y ligeramente granuladas. Tienen un sabor intenso y algo amargo, aunque si te acostumbras a tomarlas, pueden resultarte sabrosas.
Respecto a sus propiedades para la salud, debemos destacar que el trigo sarraceno es rico en antioxidantes y flavonoides. Elementos que reducen la inflamación y promueven la salud cardiovascular. No contiene gluten y posee un índice glucémico más bajo que la harina de trigo, lo cual ayuda a bajar el azúcar. Es una opción válida tanto para celiacos como para diabéticos.
Estas galletas te saldrán, casi con toda seguridad, más caras que las galletas comunes de trigo, pero vale la pena gastar un poco más con tal de mejorar nuestra salud.