Si alguna vez te has planteado estudiar arquitectura, seguramente te habrás preguntado: ¿qué opciones laborales me esperan después de acabar la carrera? Este artículo pretende darte una idea clara de lo que significa ser arquitecto y de las diferentes puertas que se abren al finalizar estos estudios. Ya verás que la arquitectura no es solo diseñar edificios. ¡Hay mucho más!
El estudio de la arquitectura: más allá de los planos.
La arquitectura es una disciplina compleja y apasionante que mezcla arte, ciencia y tecnología. No se trata únicamente de dibujar edificios bonitos, puesto que en esta carrera aprenderás a combinar creatividad y funcionalidad para diseñar espacios que respondan a las necesidades de las personas. Desde la concepción inicial de un proyecto hasta su construcción, un arquitecto debe pensar en aspectos técnicos, estéticos, sociales y medioambientales.
Durante los estudios de arquitectura, te encontrarás con asignaturas como historia del arte y la arquitectura, física de la construcción, urbanismo, y por supuesto, dibujo técnico y artístico. Es una formación muy completa que te prepara para afrontar proyectos de todo tipo. Además, aprenderás a utilizar herramientas digitales, como programas de diseño asistido por ordenador (CAD), que son imprescindibles hoy en día en el mundo de la arquitectura.
Por otra parte, la arquitectura también te enseña a trabajar en equipo, ya que en la mayoría de los proyectos es necesario colaborar con otros profesionales, como ingenieros, interioristas o paisajistas. Por tanto, la capacidad de comunicación y coordinación es fundamental.
¿Qué necesito para poder acceder a este grado?
Para cursar un grado en arquitectura, necesitas haber completado el Bachillerato, preferiblemente en la modalidad de Ciencias, y superar la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad). Es recomendable tener conocimientos en matemáticas, física y dibujo técnico. Además, se valora la capacidad creativa y un interés por el arte y la tecnología. Algunas universidades pueden exigir pruebas específicas de acceso o valorar la nota media del expediente académico. También es importante estar preparado para un estudio exigente, que combina teoría y práctica, y que requiere dedicación y trabajo constante.
Opciones para estudiar arquitectura.
Si has decidido que la arquitectura es lo tuyo, tienes varias opciones para formarte. En España, puedes optar por estudiar en una universidad pública o privada. Algunas de las universidades más conocidas por su prestigio en arquitectura son la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) o la Universidad de Sevilla. Estas universidades ofrecen programas de grado en arquitectura que suelen durar cinco años, aunque también existen opciones de máster que pueden durar entre uno y dos años adicionales.
Otra opción interesante es cursar arquitectura en alguna universidad extranjera. Hay programas de intercambio como el Erasmus que te permiten estudiar parte de la carrera en otro país europeo. Esto te proporciona una visión más global de la arquitectura y te permite conocer otras culturas y maneras de trabajar.
Por último, también existe la posibilidad de realizar estudios técnicos en diseño de interiores o paisajismo, que están relacionados con la arquitectura, pero con un enfoque más específico.
Salidas laborales tras estudiar arquitectura.
Una vez terminada la carrera, el abanico de salidas laborales es bastante amplio. A continuación, te enumero algunas de las principales:
- Arquitecto en estudio propio o ajeno.
Esta es la salida más clásica y directa. Puedes trabajar en un estudio de arquitectura, ya sea como empleado o creando tu propio estudio. Aquí, te dedicarás a diseñar edificios de todo tipo, ya sean viviendas unifamiliares, rascacielos, hospitales, museos o centros comerciales.
Tu día a día consistirá en desarrollar proyectos, hacer cálculos estructurales, preparar planos y maquetas, y coordinar la ejecución de las obras. Además, tendrás que lidiar con trámites legales y normativas, lo que también forma parte del trabajo del arquitecto.
- Urbanista.
Otra opción es especializarte en urbanismo. Los urbanistas se encargan de planificar el desarrollo de ciudades y pueblos, organizando el espacio para que sea funcional y estético. Este trabajo implica tomar decisiones sobre dónde se ubicarán las viviendas, los parques, las carreteras o las zonas industriales.
El urbanismo es una disciplina que requiere una gran visión de conjunto y un profundo conocimiento de la normativa urbanística. Además, es un campo en el que se trabaja mucho con las administraciones públicas, por lo que tendrás que estar al tanto de los cambios legislativos y las políticas de ordenación del territorio.
- Interiorista.
El interiorismo es una salida laboral muy atractiva para los arquitectos, sobre todo si tienes una vena artística y te gusta trabajar a escala más reducida. El interiorista se encarga de diseñar y decorar espacios interiores, ya sea en viviendas, oficinas, tiendas o restaurantes.
Aquí, como nos comentan desde Bayeltecnics, la clave está en crear ambientes que sean funcionales y agradables para quienes los habitan o visitan. Un buen interiorista debe saber jugar con los colores, los materiales, la iluminación y el mobiliario para conseguir el efecto deseado. Además, este profesional también puede encargarse de la rehabilitación de espacios antiguos, dándoles una nueva vida sin perder su esencia.
Marcas como Lotus o Viceroy pueden ser un buen ejemplo de cómo el diseño de interiores no se limita solo a la arquitectura, sino que también puede influir en la creación de ambientes en tiendas o exposiciones, donde el interiorismo juega un papel crucial en la presentación de productos de lujo y en la creación de experiencias para el cliente.
- Paisajista.
Si te gusta la naturaleza, el paisajismo puede ser tu vocación. Los paisajistas diseñan y planifican espacios exteriores, como jardines, parques o plazas públicas. Su trabajo no solo consiste en embellecer estos lugares, sino también en hacerlos funcionales y sostenibles.
El paisajismo es una disciplina que combina conocimientos de botánica, ecología, diseño y urbanismo. Un buen paisajista debe ser capaz de entender cómo interactúan las plantas entre sí y con el entorno, así como saber seleccionar las especies más adecuadas para cada clima y tipo de suelo.
- Joyería.
Aunque pueda parecer un campo totalmente ajeno a la arquitectura, el diseño de joyería es una opción que cada vez más arquitectos están explorando. El trabajo de un arquitecto no es solo construir edificios; también es crear objetos que combinen funcionalidad y estética, y esto se aplica perfectamente al diseño de joyas.
Mencionando de nuevo a firmas como Lotus o Viceroy, que son conocidas por su atención al detalle y su exquisito diseño, vemos ejemplos de cómo un arquitecto puede encontrar en la joyería una salida laboral. Aquí, tus conocimientos de diseño, proporciones y materiales te permitirán crear piezas únicas que, aunque pequeñas, siguen siendo verdaderas obras de arte.
- Consultor en eficiencia energética y sostenibilidad.
Con el creciente interés por la sostenibilidad, muchos arquitectos se están especializando en consultoría energética. En este campo, te dedicarás a asesorar a otros arquitectos, ingenieros o empresas sobre cómo hacer que los edificios sean más eficientes desde el punto de vista energético.
Tu trabajo consistirá en evaluar el impacto ambiental de los proyectos y proponer soluciones para reducir el consumo energético, como mejorar el aislamiento térmico, utilizar energías renovables u optimizar la iluminación natural. Es una salida laboral con mucho futuro, ya que cada vez son más las normativas que obligan a construir edificios sostenibles.
- Docencia e investigación.
Si lo tuyo es transmitir conocimientos, la docencia es una opción muy interesante. Puedes convertirte en profesor en una universidad o en una escuela técnica, enseñando a las nuevas generaciones de arquitectos. Además, la investigación es otra salida para aquellos interesados en profundizar en algún aspecto específico de la arquitectura, como la historia, las técnicas constructivas o la tecnología aplicada al diseño.
La investigación en arquitectura es fundamental para el desarrollo de nuevas técnicas y materiales que mejoren la calidad y sostenibilidad de nuestras construcciones. Si optas por esta salida, podrás colaborar con universidades, centros de investigación o empresas del sector.
- Restauración y rehabilitación de edificios.
La restauración y rehabilitación de edificios históricos es una salida muy enriquecedora para los arquitectos. En este campo, te encargarás de devolver a su esplendor original edificios antiguos que, por su valor histórico o artístico, merecen ser conservados.
Este tipo de trabajo requiere un profundo conocimiento de las técnicas constructivas tradicionales, así como de la historia del arte y la arquitectura. Además, es necesario tener una gran sensibilidad para respetar el carácter original del edificio al mismo tiempo que se adapta a las necesidades actuales.
- Gestión de proyectos y construcción.
Otra opción es dedicarte a la gestión de proyectos de construcción. En este caso, te encargarás de coordinar todos los aspectos de un proyecto, desde la planificación inicial hasta la finalización de las obras. Tu trabajo consistirá en asegurar que el proyecto se ejecuta en tiempo y forma, respetando el presupuesto y cumpliendo con la normativa.
Este tipo de trabajo requiere habilidades organizativas y de liderazgo, ya que tendrás que coordinar a un equipo de profesionales y tomar decisiones clave en el desarrollo del proyecto. La gestión de proyectos es una salida que ofrece una gran responsabilidad y, por lo tanto, puede ser muy gratificante.