Todos tenemos derecho a darnos alguna vez en la vida el capricho de disfrutar de unas buenas vacaciones sin privarnos de nada, alejarnos de la mítica imagen de la familia en el hidropedal por las playas de Benidorm y parecernos más los clanes que pueden permitirse el lujo de alquilar un yate en Ibiza.
Y es que las vacaciones de descanso y de libertad siempre solemos asociarlas al mar o, al menos, al agua. Aunque parezca complicado y caro, podemos pasarlas como reyes por mucho menos de lo que creemos. En este artículo os vamos a proponer unas escapadas cercanas con sabor a lujo.
Uno de los mares más bonitos que podemos visitar y con unas aguas cristalinas y una temperatura que invita al baño nada más verlo es el Adriático. Este baña tanto la costa este de Italia como la croata. El estado transalpino es de los más baratos para llegar desde España. Muchas son las aerolíneas que ofrecen vuelos low-cost a las ciudades más importantes como Roma o Milán. Desde allí, desplazarnos hasta la costa es un viaje corto de autobús o tren, y también económico. Otra opción es quedarnos en la parte mediterránea y disfrutar también de las muchas maravillas que ofrece el país. Una de ellas es la llamada costa amalfitana, ya que el pueblo más importante por el que pasa es el de Amalfi, y continúa por todo el golfo de Salermo, bañada por el mar Tirreno. Todos los municipios de esta zona poseen un gran interés turístico y cultural y fueron declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Podemos hacer base en alguna barata pensión de cualquiera de estos pueblos y después alquilar nuestro propio coche para recorrer la zona por la carretera estatal 163. Con un pañuelo en la cabeza y unas enormes gafas de sol al estilo italiano, podremos sentirnos como los actores de las grandes películas del cine clásico.
Por su parte, el país de la antigua Yugoslavia es siempre de los más solicitados y más caros para visitar, especialmente la ciudad emblemática de Dubrovnik, donde hacen escala muchos cruceros internacionales para conocer la urbe de rasgos medievales y también sus islas. Los hoteles allí no son aptos para todos los presupuestos, ya no hablemos del precio en las islas. Pero no es necesario rascarse el bolsillo. Desde Barcelona parten los vuelos más económicos, aunque muchos son también los que se decantan por volar a Italia y desde allí alquilar un coche para recorrer el alargado estado. Por estos pueblos que se suceden hasta llegar a Dubrovnik, al sur, la cantidad de dinero que necesitamos no es tan grande. Es más, en algunos casos podemos encontrarnos familias que nos ofrecen habitación para dormir en su propia casa por apenas diez euros. Pero en los hoteles de la ciudad en la que se rueda Juego de Tronos los precios son prohibitivos, en parte porque el acceso a las playas es complicado y en estos complejos delimitan su entrada al mar y construyen su propia forma de paso. Hay más rocas que arenales, así que cuentan con medidas de seguridad náutica que los hacen caros y también invierten en la construcción de piscinas de cara al mar para que el huésped tenga la impresión de nadar en el Adriático, pero con mayor tranquilidad.
Las visitas a las islas pueden abaratarse también e incluso hacerlas más completas. En el puerto, muchas empresas ofrecen excursiones de un día a una o a varias islas con comida incluida. Los precios parten desde aproximadamente los 70 euros. Nosotros podemos organizarlo mejor e ir por menos. Basta con buscar los horarios de los ferris y trasladarnos por nuestra cuenta. Por menos de 10 euros habremos llegado a la isla, tendremos todo el tiempo del mundo, hasta la salida del último barco, claro, para volver a la ciudad. Los menús en las islas no suelen ser caros y además los restaurantes cuenta con una buena oferta de pescado, común en la zona.
Túnez es otro de los países mediterráneos donde podemos aprovechar para darnos unas buenas vacaciones de lujo sin gastar mucho dinero. En Internet, especialmente en las páginas web de chollos de última hora o en aquellas en las que se necesita un cupo de personas para llevar a cabo la oferta a un precio bajo, hay buenas gangas para visitar este país y hospedarnos en hoteles de alta gama. Además, el coste de la vida no es muy alto, por lo que es una gran oportunidad para darnos homenajes en restaurantes y salir de compras por sus tiendas y bazares típicos.
Y por qué no visitar la costa francesa. Esta tiene también glamour y fama de cara. Pero no es así, o no tiene motivos para serlo. Desde España hay vuelos baratos hasta Marsella, incluso es posible llegar con nuestro propio coche. Saint-Tropez, Cannes, Mónaco… Los destinos más exclusivos de la Costa Azul están en un radio de apenas 200 kilómetros. De hecho, el autobús los conecta casi todos. Podemos hacer noche en ciudades grandes como Niza y desde ahí desplazarnos sin dormir en los lugares caros o juntarnos entre varios amigos para alquilar una autocaravana.
Pero si nos gusta el mar, la mejor opción la tenemos en disfrutar de la libertad de elegir siempre el destino en nuestro barco haciendo un curso de patrón de embarcaciones de recreo. Eso sí, no nos olvidemos de los chalecos salvavidas.