Imagínate una escapada a Alicante, una ciudad que combina a la perfección la relajación en la playa, la riqueza histórica y una vibrante vida nocturna. Tu viaje comienza con un vuelo o un cómodo trayecto en tren hasta esta joya de la Costa Blanca, conocida por su clima cálido, su gente amable y su oferta cultural y gastronómica y es que, desde el momento en que pones un pie en Alicante, te das cuenta de que estás en un lugar especial.
A tu llegada, el casco antiguo, conocido como El Barrio, te da la bienvenida con sus calles estrechas y empedradas, llenas de historia y vida. Empieza explorando la Concatedral de San Nicolás, una estructura impresionante con su mezcla de estilos barroco y renacentista. Además, no muy lejos de la concatedral se encuentra la Basílica de Santa María, la iglesia más antigua de la ciudad, que te ofrece una vista al pasado con su arquitectura gótica y su imponente fachada.
Tras una mañana de descubrimientos, te diriges al Puerto de Alicante para un almuerzo relajado junto al mar. El Paseo de la Explanada de España, con sus característicos mosaicos ondulantes, es el lugar perfecto para una caminata antes de elegir uno de los muchos restaurantes frente al mar y es que aquí, la brisa marina y las vistas panorámicas complementan perfectamente una comida basada en productos frescos y locales, como una deliciosa paella o mariscos recién pescados.
Tras la comida, la tarde es ideal para una visita al Castillo de Santa Bárbara, situado en la cima del Monte Benacantil. Este imponente castillo ofrece vistas espectaculares de la ciudad y el mar Mediterráneo y, para llegar arriba puedes subir en ascensor desde la Playa del Postiguet, lo que hace que la visita sea accesible y cómoda. Desde lo alto, puedes contemplar cómo la ciudad se extiende a tus pies y comprender mejor su estratégica importancia a lo largo de la historia.
Al caer la noche es el momento de prepararte para una experiencia gastronómica y nocturna en uno de los lugares más emblemáticos de Alicante: el Pelican Club. Este establecimiento es famoso no solo por su ambiente elegante y moderno, sino también por su excelente oferta culinaria. Al entrar, te recibe una atmósfera elegante, con una decoración cuidada hasta el último detalle y, tras acceder, es una gran elección empezar la noche con una cena en su restaurante, donde los platos son una fusión de sabores mediterráneos e internacionales. La carta, elaborada con ingredientes frescos y de calidad, te ofrece desde sofisticados entrantes hasta suculentos platos principales, donde cada bocado es una delicia, y el servicio es impecable.
Después de la cena, el Pelican Club se transforma en uno de los lugares más animados de la noche alicantina. La música en vivo y los DJ sets te invitan a moverte y disfrutar del ambiente vibrante y aquí, la noche parece no tener fin, ya que te encuentras rodeado de gente que, como tú, está decidida a aprovechar al máximo cada momento de la Pelican Experience. La combinación de buena música, cócteles exquisitos y una atmósfera electrizante hace que el tiempo vuele y sin darte cuenta, ya estás haciendo nuevos amigos y creando recuerdos inolvidables.
El segundo día, tras una noche llena de emociones, decides tomártelo con más calma, por lo que una visita a la Playa de San Juan, una de las playas más hermosas y extensas de la región, es perfecta para relajarte. Pasas el día tomando el sol, nadando en sus aguas cristalinas y disfrutando de la tranquilidad. Además, cabe reseñar que la playa cuenta con todos los servicios necesarios, y hay numerosos chiringuitos donde puedes saborear tapas y bebidas refrescantes mientras disfrutas del paisaje.
Por la tarde, te aventuras un poco más y decides hacer una excursión a la Isla de Tabarca y es que este pequeño paraíso se encuentra a unos 20 kilómetros de la costa y es famoso por sus aguas turquesas y su rica vida marina. Llegas en un breve trayecto en barco desde el puerto de Alicante y pasas el día explorando la isla, haciendo snorkel y degustando la gastronomía local en alguno de sus acogedores restaurantes.
Tu última noche en Alicante se merece una despedida especia y regresas al centro y decides visitar el Mercado Central, un lugar vibrante y lleno de vida donde puedes comprar productos locales y artesanales. Luego, disfrutas de una cena en un restaurante con encanto en el casco antiguo, seguido de un paseo por las iluminadas calles de El Barrio.
¿Qué planes culturales ofrece Alicante?
Alicante ofrece una rica variedad de planes culturales que pueden satisfacer a cualquier amante del arte, la historia y la cultura. En este sentido, algunas de las mejores opciones son:
- El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) también merece una visita. Ubicado en un edificio histórico del siglo XVII, el MACA alberga una impresionante colección de arte moderno y contemporáneo, con obras de artistas como Picasso, Miró y Dalí. La combinación de arte y arquitectura hace de este museo una experiencia cultural enriquecedora.
- El Teatro Principal de Alicante es el epicentro de la vida cultural de la ciudad. Inaugurado en 1847, este teatro ofrece una programación variada que incluye ópera, teatro, danza y conciertos. La arquitectura del teatro es impresionante, con su fachada neoclásica y su elegante interior, lo que hace que asistir a un espectáculo aquí sea una experiencia memorable.
- El Festival de Cine de Alicante es otro evento destacado, que celebra lo mejor del cine español e internacional. Con proyecciones, talleres y encuentros con cineastas, este festival es una cita ineludible para los amantes del séptimo arte.
